8 mentiras sobre el consumo de carne
¿Has escuchado alguna vez que consumir carne es nocivo para la salud?
¿Es cierto que los seres humanos somos herbívoros por naturaleza?
Muchas son las afirmaciones sin sentido y sin base científica que circulan en la actualidad sobre la carne, ninguna de ellas tiene pruebas científicas ni investigación alguna que la corrobore.
Nosotros te presentaremos hoy cuáles son los 8 mitos más comunes, difundidos sobre el consumo de la carne.
Por Nutrición Sin Más
1. La carne es un alimento imprescindible: FALSO
Realmente podemos sobrevivir sin consumir carne, sin embargo, nuestro cuerpo se encuentra diseñado para consumir carne y desde el comienzo de la vida del ser humano en la tierra, esto ha sido así.
La carne no procesada (carne natural) contiene una gran cantidad de nutrientes que el cuerpo humano necesita, como por ejemplo la proteína de buena calidad, la creatina y la carnosina entre otros.
Consumir carne complementará nuestras necesidades nutricionales y mejorará nuestra salud en general.
2. La carne perjudica la salud por su contenido en colesterol y grasas saturadas: FALSO
La carne contiene colesterol y grasas saturadas, pero no es cierto que estas sean totalmente nocivas para la salud.
Según distintos estudios científicos, el colesterol y las grasas saturadas que se encuentran presentes en la carne, no causarán daño alguno en nuestro organismo.
De hecho, tiene efectos positivos muy buenos: transforman las partículas de colesterol LDL (colesterol malo) densas y pequeñas, en partículas grandes.
Dicho de otra forma, incrementa el número de partículas grandes de colesterol LDL, lo que se encuentra asociado a un menor riesgo de enfermedades del corazón.
Del mismo modo, se ha comprobado que el consumo de grasas saturadas incrementa los niveles de colesterol bueno (colesterol HDL).
3. La carne favorece el incremento de peso: FALSO
La carne contiene grandes cantidades de proteína, nutriente que de forma positiva influye en la pérdida de peso mediante distintos mecanismos:
Incrementa la masa muscular.
Reduce el apetito.
Acelera el metabolismo.
Provoca una disminución del consumo de calorías.
Disminuye los antojos.
Por estas razones, no tiene sentido alguno la afirmación que dice “la carne engorda porque contiene calorías y grasas.
4. La carne se pudre en el colon: FALSO
Algunas personas piensan que se debería evitar el consumo de carne ya que nuestro organismo es incapaz de digerirla y podría terminar pudriéndose una vez que llega al colon.
Sin embargo, la verdad es que al colon solo llegan los desechos producidos durante el proceso de absorción y descomposición de todos los nutrientes que se encuentran presentes en la carne.
5. Somos herbívoros por naturaleza: FALSO
Teniendo algún conocido o amigo practicante del vegetarianismo, es probable que nos haya comentado en varias ocasiones que el ser humanos por naturaleza es herbívoro.
Si esto fuese verdad ¿Cómo podría explicarse que el aparato digestivo de los seres humanos es totalmente distinto al de los animales herbívoro?
La verdad es que por naturaleza somos omnívoros, y nuestro sistema digestivo se encuentra adaptado y preparado para la metabolización de la carne y sus derivados.
6. Comer carne aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes: FALSO
Una investigación realizada en el año 2010, constató que no existe relación alguna entre el consumo de carne roja y el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas o diabetes.
No obstante, la carne roja procesada se encuentra vinculada los riesgos de sufrir estos tipos de enfermedades.
Por este motivo, la afirmación más adecuada para este caso, sería que las personas que consumen carne roja procesada tendrán más posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes.
7. El consumo de carne daña el sistema óseo: FALSO
Consumir proteína hace que nuestro cuerpo incremente la producción de ácidos, los cuales se neutralizan con el calcio encontrado en nuestros huesos.
En el corto plazo, esto podría generar osteoporosis, pero los expertos en la materia han logrado confirmar que en el largo plazo, la proteína consumida incrementa la densidad ósea, y previene la osteoporosis y las fracturas.
8. La carne contribuye a la aparición de cáncer: FALSO
Nuevamente, debemos recordar la diferencia entre la carne roja procesada y la carne roja no procesada.
No existen dudas sobre el aumento de las posibilidades de padecer cáncer cuando se consume carne roja procesada.
Sin embargo, la carne roja no procesada solo puede ser vinculada al riesgo de padecer cáncer dependiendo de la forma en que se haya cocinado.
Así que, evitar cocerla demasiado o quemarla para poder prevenir la formación de sustancias cancerígenas.
No esperes más y comienza a disfrutar un jugoso trozo de carne.
Fuente: http://nutricionsinmas.com/8-mitos-sobre-el-consumo-de-carne/
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