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Se conoce como candidiasis a las infecciones agudas o crónicas de la piel y mucosas, que son causadas por un hongo llamado Cándida. Es muy común la candidiasis vaginal.
Pueden afectar a distintas áreas. Normalmente se encuentra en la flora común de la boca, vagina, intestino, incluso en personas sanas, aun que es más corriente en personas con las defensas debilitadas, en diabéticos y embarazadas.
Es la cuarta infección que mayor frecuencia se adquiere durante un ingreso hospitalario. Si se trata, el pronóstico es bueno, si no se trata, es posible que existan recurrencias y la candidiasis vuelva a aparecer.
Hay varios tipos:
En la piel.
- Intertrigo Candidiásico: Aprovecha áreas de la piel húmedas y maceradas debido al roce continuo apara anidar en más proporción. Las zonas más frecuentes son los interglúteos, las ingles, bajo las mamas y las axilas. Si la persona es obesa, bajo los pliegues abdominales, entre los dedos de las manos y los pies. En el caso de los bebes favorecen el eccema del pañal. Suele comenzar con picor y pústulas que aumentan de tamaño hasta romperse, dejando la piel roja y brillantes en los dos lados del pliegue. El fondo del pliegue suele fisurarse y toda la lesión produce una sensación de calor.
- Onixis y perionixis: Consiste en la infección de la uña y sus inserciones, sobre todo en personas que tienen frecuentemente las manos húmedas por su ocupación. Inicialmente se inflama la inserción de la uña con dolor, hinchazón y enrojecimiento, al apretar, se puede ver la salida de pus desde la inserción. Normalmente se perderá la uña y por consiguiente alterará su forma y color.
En la boca.
- Muguet oral: Es la infección más frecuente, sobre todo en los lactantes y personas con alteraciones del sistema inmune. Se forman placas blanquecinas que cubren la mucosa oral, como una membrana al despegarlas, dejan una superficie roja y sangrante. Puede producir escozor y dolor a la hora de comer.
- Oral atrófica: Es poco frecuente y suele atacar a las personas de avanzada edad. Se caracteriza por la destrucción de la mucosa oral y presenta un color rojizo.
- Queilitis angular: Es la inflación de las comisuras bucales, estas se fisuran y alrededor de ellas aparecen áreas muy enrojecidas con vesículas que se rompen y escuecen. Normalmente aparecen por falta de vitamina B, prótesis dental y exceso de salivación.
En el aparato digestivo.
- Esofágica: Se caracteriza por la inflación del esófago que provoca dificultad de la deglución, dolor en el tórax, sensación de ardor, por lo que es fácil confundirlo con un infarto de corazón. Es más habitual en pacientes con Sida, diabetes, cáncer y con los que toman tratamiento de antibióticos.
- Gastritis: Es poco frecuente y es una infección del estómago. Con más frecuencia en paciente con úlcera gástrica. El uso de omeprazol y otros inhibidores de la secreción ácida favorecen la colonización de cándidas.
- Enteritis candidósica: Infección del intestino, normalmente asociada a tratamientos con antibióticos en niños pequeños, pero en escasas ocasiones. Se asocia a dolor abdominal, heces frecuentes líquidas de color marrón claro o amarillo y en ocasiones con hilos de sangre. La complicación, es la deshidratación.
- Anitis candidósica: El ano se irrita y produce picor, frecuentemente se extiende provocando un intertrigo cutáneo.
En el sistema respiratorio.
- Laringitis candidósica: Provoca afonía. Si se realiza una exploración, se pueden ver las placas blanquecinas típicas del muguet. Pueden afectar a los bronquios, produce tos frecuente, fiebre y esputos con sangre.
En el aparato reproductor.
- Vulvovaginitis: Es la infamación de la vulva y la vagina. Aparece con bastante frecuencia en mujeres con alteraciones de su pH vaginal y en las embarazadas. Se caracteriza por picor vulvar intenso que se va con el rascado. Tendrán un aspecto congestivo y rojizo y pueden aparecer placas blanquecinas en la mucosa, y aumento del flujo vaginal, que puede ser espeso y blanquecino o líquido.
- Balanitis: En los hombres, es causa de una infección del glande y el prepucio del pene. Suele empezar con pequeñas vesículas y pústulas que causan picor y escozor; poco a poco se rompen y aparecen lesiones irritativas. Normalmente, en un varón sano, con buena higiene no debería durar más de tres o cinco días, si por el contrario durara más, puede ser que el paciente tenga diabetes, este tomando antibióticos o tenga alteraciones del sistema inmunológico. También pudiera ser que su pareja sexual esté infectada sin ella saberlo.
En el Aparato excretor.
Aparece en la orina y suele ocurrir con pacientes que están hospitalizados con sonda. Por ello, puede aparecer cistitis, inflamación der la vejiga, escozor al orinar y fiebre. Se detecta mediante un análisis de orina.
Otros tipos.
- Endocarditis: Cuando llega a la sangre, alcanzan las válvulas del corazón y pueden invadirlas formando vegetaciones. Es frecuente en pacientes con catéteres infectados y a los consumidores de heroína u otras drogas por vía parenteral. Pueden desprender émbolos infectados que viajan por las grandes arterías hasta que ocluyen arterías más pequeñas produciendo infartos.
- Mucocutánea crónica: Relacionada con diferentes enfermedades endocrinológicas e inmunológicas. Suele iniciarse en la infancia con un muguet oral que persiste tras el tratamiento. Más tarde afecta a la piel, uñas, cabello y mucosa. Evoluciona con el tiempo hacia la formación de granulomas deformantes, surgiendo bolas en los dedos, y perdida de cabello, también puede producir estrecha miento del esófago.
Diagnóstico y tratamiento.
Para diagnosticarlo, lo más importante son los síntomas y lesiones. Tomar muestra raspando piel, uñas y mucosas y proceder a la identificación.
Para las lesiones más profundas se realizará biopsias de los órganos afectados y cultivos de sangre.
Para el tratamiento, se utiliza el antifúngico ya sea oral o tópico. Por vía oral los más efectivos son el fluconazol y el itraconazol.
Los tratamientos tópicos son en crema, gel u óvulos vaginales. Los fármacos son los derivados de la anfotericina, imidazólicos y nistatina. Antes de aplicarlos se tendrá que limpiar con antiséptico. Para los casos crónicos antifúngicos orales como el fluconazol o la anfotericina B.
Prevención.
- Buena higiene.
- Secar bien la piel y sus pliegues tras la ducha. En los bebes, utilizar polvos de talco que eliminen la humedad.
- Cepillarse los dientes y la boca con flúor oral.
- Abandonar el tabaco.
- Las embarazas, cuidado de su higiene genital y tomar yogures bioactivos.
- En las relaciones sexuales utilizar preservativo.
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En sección Salud por Revistamujer.es
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