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Dubrovnik o Ragusa es una ciudad costera localizada en la región de Dalmacia en la moderna Croacia. Es uno de los centros turísticos más importantes del mar Adriático. Se la conoce como "la perla del Adriático", "la Atenas dálmata", ya que sus antiguos habitantes la distinguían como única, en una región llena de tanta barbarie, donde proliferaron grandes exponentes de la humanidad de las artes y ciencias. Capital del condado de Dubrovnik-Neretva. La actual Dubrovnik es una ciudad rodeada de murallas y fortificaciones, al pie de la montaña de San Sergio, que cae a pico sobre las aguas del Mediterráneo.
En 1979, la ciudad antigua de Ragusa (el recinto amurallado) fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; la declaración fue ampliada en 1994.
Un poco de su historia ya por el siglo XX
En el censo de 1910 Ragusa estaba poblada por casi 10.800 habitantes en su mayoría eslavos, pero había 600 ragusinos de etnia italiana que se sumaban a casi 2000 italianos emigrados del sur de Italia.
Entre las dos guerras mundiales (primera 1918, segunda 1941-45), Ragusa oficialmente se convirtió en Dubrovnik desde 1918 y siguió siendo una ciudad eminentemente de élite y aristocrática, papel que tuvo en la nueva Yugoslavia monárquica. Durante la Segunda Guerra Mundial fue ocupada por las tropas italianas entre 1941 y 1943, aunque oficialmente era parte de la Croacia de Ante Pavelic. En septiembre de 1943 los alemanes la ocuparon, junto con las tropas ustascia, desatándose una cruel guerrilla en toda la región alrededor de la ciudad.
Durante la época de Tito, Dubrovnik fue sujeta de sendas inmigraciones de gente proveniente de Herzegovina, para trabajar en la construcción de los nuevos hoteles y quitar el estigma aristocrático que tenía por siglos, muchas propiedades fueron confiscadas a los antiguos habitantes, situación que no se regularizaría en muchos casos hasta el día de hoy, convirtiéndose en el centro de veraneo más solicitado del país, el "escaparate" de Dalmacia. Cuando el sistema se hundió en 1991, Yugoslavia se desmembró y la guerra explotó inmediatamente después.
En 1991 los electores de la región de Dubrovnik votaron, casi de forma unánime, por la República de Croacia independiente de Yugoslavia. Para detener ese proceso de independencia el ejército, compuesto en su mayoría por serbios y montenegrinos, declaró la guerra a los croatas. Lanzó un ataque de extrema virulencia (terrestre, marítima y aérea al mismo tiempo) sobre Dubrovnik, el 6 de diciembre de 1991. La ciudad, desarmada, fue asediada durante seis meses. La mayoría de los combatientes de la ciudad eran soldados herzegovinos, que no tuvieron respeto con los grandes monumentos, colocando morteros al lado de éstos. La gente de Dubrovnik huyó o no luchó. Entre la gente culta y urbana había mucha rabia contra Belgrado, porque Dubrovnik siempre estuvo más ligado a ella que a Zagreb.
La mayoría de los turistas que visitaban la ciudad y los estudiantes eran provenientes de Belgrado y no de Zagreb, así es que la gente de Dubrovnik se preguntaba, ¿dónde están los belgradenses?, ¿por qué no protestan?- y claro que hubo manifestaciones en Belgrado, pero la gente de Dubrovnik no se enteró (no había líneas telefónicas y los medios de comunicación estaban controlados, incluso el día de los bombardeos, se pasaba por televisión un documental con la historia de la ciudad).
No están claras hasta hoy las verdaderas motivaciones del asedio a la ciudad, porque si las fuerzas yugoslavas, muy superiores en número y fuerzas, hubiesen querido destruirla, con la fuerza con la que contaban, habría quedado reducida a cenizas. Por otra parte, entre mucha gente culta se revivió la idea de la antigua restauración de la vieja República de Ragusa, independiente de Croacia y de Serbia, con lo que muchos residentes de la antigua ciudad estaban de acuerdo, como el ex fiscal y prosecutor de la ciudad Aleksandar, Apolonio que junto a otras personalidades locales, declararon en 1991 la restauración de la misma, lo que trajo como consecuencia que fuera sentenciado a 12 años de cárcel. Ante esto, se evadió de lo resuelto por las autoridades croatas de la ciudad y estableció un gobierno provisional que se trasladó a la localidad de Cavtat/Ragusavecchia 18 km al sur. La idea era instaurar una ciudad libre al estilo de Mónaco u Hong-Kong. Apolonio se vio envuelto en una encrucijada, por el débil apoyo del ejército yugoslavo a su propuesta, de reinstaurar la gloriosa república, y ésta se diluyó con el tiempo.
En abril de 2012 se constituye la Asociación por la región de Dubrovnik (Udruga Dubrovnik Regija) con cientos de integrantes, presidida por Igor Zuvela, la que aboga por la creación de la Región de Dubrovnik, previa a la entrada de Croacia a la UE, esto debido a la herencia republicana de Dubrovnik diversa a Dalmacia, cultura, lengua y aislamiento con el resto del país.
Murallas de Dubrovnik
Las murallas de la ciudad se han conservado hasta la actualidad, no sólo por la capacidad técnica de los trabajadores de la construcción y el cuidado constante proporcionado por los habitantes de la ciudad que mantuvieron y reconstruyeron las estructuras cuando fue necesario, sino también por la brillante diplomacia de Dubrovnik, que consiguió en muchas ocasiones evitar que los enemigos de la República de Ragusa adoptasen medidas peligrosas para con ellas.
Las murallas forman un imaginario polígono irregular, aunque con los lados no rectos, de cuatro lados con las cuatro esquinas protegidas por un total de cinco fortalezas, tres de ellas incrustadas en los muros. En el norte se encuentra el fuerte circular Torre Minčeta, en el lado este del puerto de la ciudad está la aislada Fortaleza Revelin, la entrada y lado occidentales de la ciudad están protegidos por el Fuerte Bokar y el Fuerte de San Lorenzo, aislado, y el amplio y complejo Fuerte de San Juan situado en el lado sudeste de la ciudad que cierra la bocana del puerto.
Puertas
La ciudad cuenta con cuatro puertas históricas: dos que conducen al puerto y dos (con puentes levadizos) que conducen a la ciudad nueva. Durante el período de tiempo en que el Imperio austríaco controlaba la ciudad, dos puertas más se abrieron en la muralla.
La comunicación de la ciudad con el exterior se mantuvo a través de dos puertas principales fuertemente protegidas, una colocada en el lado oeste de la ciudad y la otra situada en la parte este. Estas entradas se construyeron de manera que las comunicación con la ciudad no pudiera llevarse a cabo directamente, quien quisiera traspasarlas tenía que entrar a través de múltiples puertas y caminar por un intrincado pasillo, pasillo de liquidación, lo cual es evidencia de las medidas de seguridad tomadas como una última defensa contra la posibilidad de una brecha sorpresa o la entrada de visitantes inesperados.
¿Qué visitar?
La Puerta de Pile.
Se trata de un sistema defensivo de puertas y puentes múltiples. De las dos puertas que componen el sistema, la más antigua es la interior, de estilo gótico; mientras que la torre en la que se abre la puerta exterior es renacentista, de 1537. Sobre la puerta podemos ver un nicho con la estatua de San Blas, protector de la ciudad, realizada por el escultor Ivan Mestrovic en 1992.
Para llegar a la puerta exterior hay que atravesar un puente de piedra y, a continuación, un puente levadizo, que aún funciona. Los puentes cruzaban, antiguamente, sobre un gran foso con agua. En la actualidad el foso se ha convertido en un jardín con naranjos y limoneros, por lo que resulta un agradable paseo.
El puente levadizo se levantaba cada noche y la puerta se cerraba con llave, la cual se entregaba al príncipe, que la custodiaba hasta la mañana siguiente. Esta ceremonia se repetía cada día.
Junto a la Puerta Pile se encuentra una de las tres entradas a las murallas de la ciudad.
Costa Dálmata.
Con unos mil kilómetros de norte a sur por una costa recortada y llena de acantilados, calas y unas vistas increíblemente bonitas.
Murallas de Dubrovnik.
Desde aquí las vistas son impresionantes. Verlas al cómprelo te podrá suponer alrededor de una hora, si no se para claro.
La Catedral de la Asunción de la Virgen María.
Construida en el siglo VII con estilo bizantino, después renovada como iglesia románica en el siglo XII y más tarde en el año 1667 en estilo barroco.
Columna de Roland.
Representa un héroe legendario y caballero con su armadura y las armas. Se encuentra al final de la calle principal que por desgracia siempre está llena de turista que quieren inmortalizarse con la foto.
Fuente Onofrio.
Una fuente enorme que se encuentra en la entrada de Pile. Fue construida por Onofrio della Cava en 1438. Consta de 16 máscaras (que son las que quedan) por donde sale un agua fresca y pura que sirve para dar un descanso a los cansados turistas. Es un lugar de reunión tanto de croatas como turistas.
Torre del reloj.
Se divisa desde la entrada de las murallas al fondo de la calle principal. Las campanas siguen allí y han soportado las guerras, terremotos y bombardeos. Siguen sonando cada hora puntualmente y con precisión. Tienen unos 31 metros de altura.
Palacio del Rector.
Era el palacio del consejo mayor. Contiene en su interior toda la historia de la ciudad. En él vivía el príncipe de Dubrovnik.
Los famosos tejados de Dubrovnik.
Desde las murallas puede ver los tejados de las casas y sus tonalidades rojizas, un deleite para la vista.
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En sección Viajes y Ocio por Revistamujer.es
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