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Sorrento es un municipio italiano de la Provincia de Nápoles, en Campania, que cuenta con unos 16.500 habitantes. Es un popular destino turístico y sus lujosos hoteles han atraído a famosas personalidades como Enrico Caruso y Luciano Pavarotti.
Geografía:
Sorrento se encuentra en la costa septentrional de la península Sorrentina, de la que es un lugar clave: tiene vistas al golfo de Nápoles y muchos miradores desde donde ver Nápoles (visible a través de la bahía) y el monte Vesubio.
A la ciudad se llega fácilmente desde Nápoles y Pompeya, y está al sureste del fin de la línea férrea Circumvesuviana. Ferry y aerodeslizadores parten hacia Nápoles, Amalfi, Positano, Capri e Isquia. La estrecha carretera que conecta Sorrento y Amalfi serpentea por los más altos acantilados del Mediterráneo.
Historia:
Dice la leyenda que el nombre de Sorrento deriva de las míticas sirenas, que eran mitad mujeres y mitad peces, que forzaban a los navegantes a naufragar contra sus rocas. Ciudad cuyo probable origen sea griego. Las leyendas indican una estrecha conexión entre Lípari y Surrentum, colonia de aquélla en el pasado; e incluso durante el Imperio romano Surrentum permaneció mayoritariamente griega. Antes de la supremacía romana fue una de las ciudades sometidas a Nuceria, y compartieron su suerte en la Guerra social. Fue controlada por los romanos en el año 89 a. C., pero después se aliaron ambas ciudades en la revuelta del 90 como Estabia; y fue subyugada en los años siguientes.
Su prosperidad data del periodo imperial, cuando Capreae era la residencia favorita de Augusto y de Tiberio. Numerosas inscripciones sepulcrales de esclavos imperiales y de hombres libres han sido encontradas en Surrentum. Una inscripción muestra que Tito en el año posterior al terremoto del 79 restauró el horologio de la ciudad y su decoración arquitectónica. Una restauración similar de un edificio desconocido de Nápoles en el mismo año está registrada en una inscripción de Surrentum.
Los templos más importantes de Surrentum eran los de Atenea y el de las Sirenas (el único dedicado a ellas, en tiempos históricos, en el orbe griego); y dio su nombre al promontorio. En la antigüedad, Surrentum, era famosa por sus vinos, su pesca, y sus vasos campanienenses de figuras rojas. El descubrimiento aquí de monedas de Massalia, la Galia y las Islas Baleares indica una gran actividad comercial.
La posición de Surrentum era muy segura, protegida por profundos desfiladeros. La única excepción a su protección natural, eran 275 metros al sureste que eran defendidos mediante murallas, cuya línea fue continuada en tiempos posteriores. La disposición de las actuales calles guarda la de la ciudad antigua, y la disposición de los caminos amurallados, los cuales dividen la llanura hasta el este parece datar, de alguna forma desde los romanos. No se han conservado ruinas en la propia ciudad, pero hay muchos restos en el barrio de la villa al este de la ciudad en la carretera hacia Estabia, de la cual aún existen trazos, en la dirección de la carretera actual, mucho más alta, que cruza la montaña. El lugar de una de las más largas murallas (posiblemente perteneciente a la mansión imperial) está actualmente ocupado por el hotel Victoria, debajo de cuya terraza fue hallado, un pequeño teatro, en 1855; un antiguo túnel, excavado en la roca, desciende por aquí hasta la orilla del mar. Restos de otras villas quizás haya, pero la ruina más importante es el embalse de los acueductos subterráneos justo en el exterior de la ciudad, al este, el cual no tenía menos de veintisiete cámaras, en cada una de las cuales, de unos 27 m por 6 m, se han hallado tumbas griegas y oscas.
Hay otro suburbio, emplazado debajo de la ciudad, en el promontorio al oeste de ésta. Debajo del Hotel Sirena hay subestructuras y un túnel excavado en la roca. Al noroeste, en el Cabo de Sorrento hay otra villa, llamada Bagni della Regina Giovanna, con baños; y en la bahía, al sureste estaba la villa de Polio Félix, el amigo del poeta Estacio, al cual describe en Silvas II. , y cuyos restos aún se conservan. Más alejadas, al oeste hay otras villas, y más lejano aún, está el templo de Atenea, en el promontorio llamado también de Atenea, en la extremidad de la península (la actual Punta Campanella). No existe ningún resto del célebre templo de las Sirenas.
Según el historiador latino Diodoro Sículo, Sorrento fue fundada por Líparo, hijo de Ausonio, quien fue rey de los ausones, cuyo reino se llamaba Ausonia y el hijo de Odiseo y Circe. La antigua ciudad estuvo probablemente ligada a los ausones, tribu de uno de los más antiguos grupos étnicos de la zona. En época prerromana, Sorrento fue influenciada por la civilización griega: a ello puede deberse la presencia del Atenaion, un gran santuario, que también, según la leyenda, fue fundado por Ulises y originalmente dedicado al culto de las Sirenas, de donde el nombre de Sorrento.
Orígenes del actual Sorrento:
Fue sede arzobispal a partir del año 420. Tras la caída del Imperio romano del oeste, fue dominada por los ostrogodos formando parte del Imperio romano del este. En 552 pasó a manos de los bizantinos, Los lombardos, que conquistaron gran parte de la Italia meridional, en la segunda mitad del siglo VI, la sitiaron en vano. Como en los siguientes siglos la autoridad de la lejana Bizancio decayó, Sorrento, desde el siglo IX fue un ducado autónomo, que luchaba con las ciudades vecinas de Amalfi, Salerno y contra los sarracenos.
En 1133 fue conquistada por el normando Roger II de Hauteville En 1337 el ducado de Sorrento fue incorporado al reino normando, y en lo sucesivo la historia de Sorrento estuvo ligada, como Nápoles y otras ciudades de Campania, al recién creado Reino de Sicilia.
El 13 de junio de 1558 fue saqueada por los piratas musulmanes y una nueva línea de murallas fue, por lo tanto, construida. El más llamativo suceso de los siguientes siglos fue la revuelta contra la dominación española de 1648, encabezada por Giovanni Grillo. En 1656 una plaga aquejó la ciudad, que asoló a algunos de los más importantes centros de la Campania meridional.
Sorrento entró a formar parte de la República Napolitana de 1799. En el siglo XIX la economía de la ciudad mejoró de forma notable, favorecida por el desarrollo de la agricultura, turismo y comercio. Una carretera que conectaba Sorrento con Castellammare di Stabia fue inaugurada bajo el reinado Fernando II de las Dos Sicilias (1830-1859).
En 1861 Sorrento, fue oficialmente anexionada al nuevo Reino de Italia. En los siguientes años, hasta el siglo XX, se confirmó y aumentó su status de uno de los más renombrados destinos turísticos de Italia. Personajes famosos la visitaron, como Lord Byron, Keats, Goethe y Walter Scott.
Curiosidades:
Lo ideal para llegar a Sorrento sería por mar, para observar la belleza de este lugar según nos vamos acercando a él.
El olor de Sorrento es característico debido a su tierra fértil que nos perfuman con sus naranjos y limoneros.
Los españoles nos encontramos como en casa en la festividad de Semana Santa, los encapuchados cada Jueves Santos por la noche sacan en hombros a la Virgen y la noche del Viernes Santo acompañan a la imagen de Cristo y la Dolorosa en la llamada “procesión negra”.
Uno de los edificios más importantes del centro es el Sedile Dominova, lugar de encuentro cotidiano para hablar de política, donde destaca una cúpula de azulejos polícromos.
Bellos palacios flanquean Via della Pietà, como es el Palacio Correale , el Palazzo Vineiro y la Casa Correale.
También encontramos iglesias de estilos muy variados, como la Basílica de Sant’Antonino, la iglesia de Santa María delle Grazie.
En la Piazza Tasso hay que ver el Canal de los Molinos que está lleno de vegetación en el que se encuentra un viejo molino.
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En sección Viajes y Ocio por Revistamujer.es
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