Último verano de juventud de Jorge Javier Vázquez

La segunda novela de Jorge Javier Vázquez, que es, si cabe más peculiar que la primera.

En ella se descubre al presentador de televisión tal y como es, con sus defectos y con sus virtudes. Para algunos lectores, será algo escandalosa, para otros, no les dará ni frío ni calor, pero lo que sí es verdad, es que hay que tener mucho valor para contar sus intimidades de esa manera.

Después de preguntar a varias personas que lo han leído, las conclusiones son muchas y dispares, por eso, creemos que hay que leerlo para opinar, nosotros os hemos puesto un resumen de las cosas más significativas y esperamos sea del agrado de los lectores.

Resumen.

Jorge está ya un poco cansado de su trabajo en el programa de televisión y ya no rinde lo suficiente, se evade con frecuencia en su desarrollo. El no debió renovar el año pasado su contrato, pero le faltó valor. Fermín, su novio es el único que entiende que está harto de trabajar en la tela, su familia no.

Se siente mayor, gordo y feo, su autoestima está por los suelos. Cuando llegan las vacaciones, no salen, huyen de España a los lugares más alejados para que nadie le reconozca.

Está muy entusiasmado con la obra teatral que iba a hacer titulada, “iba en serio” y hablando de la vida de Jorge, pero también un poco aterrado ya que Kiti, una gran profesional, le dejaría en ridículo en el escenario. Después del estreno los comentarios en los periódicos le desilusionaron mucho, hasta llegaron a publicar, que la vida de un telebasura de la tele se estaba pagando con dinero público ya que se representaba en teatro públicos.

Fermín y Jorge tenían un acuerdo, podrían ligar y liarse con otros, siempre y cuando ninguno de los dos se enterase. Jorge no era de hacer tríos, no quería, aunque Fermín siempre le decía que al final acabarían haciéndolo.

El alcohol, estuvo a punto de romper su pareja, vicio que por desgracia siempre ha estado muy presente en su vida. También tomaba drogas, pero solo los fines de semana, para que no afectase al trabajo. En la vida de Jorge, todo eran borracheras, drogas y fiestas y de cuando en cuando sexo.

No fue muy popular, ya que el mismo público no le aceptaba y le decían insultos, y el colectivo gay decía que era la deshonra de todos ellos. Por el contrario también había gente que le demostraba su cariño, pero Jorge a esos los rechazaba, no era de esos cariñosos.

Para evitar que la gente le insultara en los bares, empezó a ir los miércoles, se ponía de alcohol y coca hasta arriba, echaba un polvo y regresaba a casa echo una mierda. Pero Jorge no se arrepiente de esa etapa de su vida que muchos verán como indeseables, de ahí según él, aprendió a ser mejor persona y más indulgente con las debilidades del resto.

La relación con Fermín, era un tiro y afloja, ahora estaban juntos, ahora el necesitaba su tiempo. Pablo y Oscar aparte de ser compañeros de trabajo, eran sus confidentes y Jorge les pedía consejo.

Cuando Jorge se cambió de casa lo hizo solo, ya que él y Fermín lo habían dejado. Contraté servicio para las tareas domésticas, un matrimonio español de mediana edad que invadieron mi casa e hicieron que me sintiera un extraño en ella. Le invadieron la casa, se quejaban de que llevara invitados, pues ella tenía que trabajar más, hasta opinaban de su familia, incluso le llevaban al trabajo con ella sentada en el asiento delantero y cuando Jorge se alejaba le gritaban que se había olvidado el bocadillo, la vergüenza que tenía que pasar el pobre Jorge. Cuando se reconcilió con Fermín, que a este nunca le gusto el matrimonio, la mujer le llegó a decir a Jorge que o ella o Fermín, eso ya era el colmo y Jorge no tuvo más remedio que despedirlos, parecía que el matrimonio se esperaba el despido, pues tenían hasta las maletas preparadas. Ahora tienen unos filipinos que son muy silenciosos.

Jorge era un poco egocéntrico, si se entablaba una conversación en la que no apareciera él, la cortaba radicalmente. También le ataco el ego cuando descubrió que en la obra teatral él no era el protagonista, sino su madre, hasta Fermín se dio cuenta.

Otro tema que demuestra que Jorge es él y luego él, (egoísta) es cuando decidió ponerse los dientes, todos ellos por implantes. Un día que fue a consulta, se supone que a terminar pera verse guapísimo, el dentista la comentó que no podía atenderle, que se acababa de enterar que tenía cáncer y la respuesta de Jorge fue “y mis dientes que”, si es verdad que luego se arrepintió de su respuesta, pero la verdad es que lo dijo.

Jorge dejó de beber gracias a una nutricionista a la que él llamaba Nazi, porque se veía muy gordo.

Fermín vivió amargos días en su casa, con un padre maltratador, dando este una mala vida a su madre y pasando hambre y calamidades. Todo ello lo descubrió Jorge cuando le pidió que escribiera su vida para este libro.

Jorge tiene dos sobrinos por parte de su hermana, Esther y Carlos que son hermanos. Carlos es un buen chico y con su sobrina Esther que estudia segundo de periodismo, en en principio tuvo muchos roces con ella, hasta que por suerte la chica sentó la cabeza. Como los veía muy poco lo suplica con regalos y pagándoles las carreras a ambos.

Jorge formo un club con sus amigos Oscar y Pablo, era especial porque podían hablar sin vergüenza y miedos de sus temas sexuales. Eran tres gays de la misma generación y hacían reuniones en bares de Chueca con algún que otro viaje por Europa.

Jorge nunca compra ropa porque siempre piensa que va a adelgazar y porque el coche de producción le lleva de puerta a puerta, de eso modo nadie le ve, solo sus compañeros que ya le conocen y por eso le da igual.

En la redacción entro un nuevo becario Izan. Este chico hizo que Jorge se volviera a sentir joven y deseado y se planteó dejar a Fermín por él. Pero un viaje inesperado que le organizo Fermín, que se olía que algo estaba pasando, hizo ver a Jorge que estaba enamorado de Fermín y no lo iba a echar todo por la borda por un romance con Izan.

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