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Sin duda, ser madres se convierte en una ocupación a tiempo completo cuando una mujer da el paso para ello. Pero eso no quiere decir que deba olvidarse de sí misma, incluida su apariencia.
Hay gente que considera superficial la preocupación de una madre reciente por su estética. Entienden que en esta fase de su vida debe estar completamente centrada en el bebé. Si eres madre desde hace poco, no te preocupes por estas opiniones. Tu cuerpo es tuyo y de tu bienestar eres tú quien tienes que cuidar.
Además, tras el embarazo es importante que cuides de tu estado de ánimo y preocuparte por tu figura no te ayudará si no le pones remedio trabajando por ella. Hay mujeres que se sienten muy apesadumbradas tras dar a luz, corriendo el riesgo de padecer una depresión postparto o cuadros de estrés y ansiedad.
Trabajar para recuperar la figura puede ser una motivación y un modo de dedicar un tiempo para una misma, algo que será muy positivo para evitar la sensación de estar completamente absorbida por las necesidades del bebé. Aquí te daremos algunos consejos para que tu cuerpo regrese a sus formas previas al embarazo lo antes posible:
1. Busca ayuda en tu entorno. Tú eres la madre pero eso no quiere decir que tengas que afrontar la maternidad tú sola. Sobre todo si tienes pareja, esta será de gran ayuda y eso te ayudará a relajarte. Si no, el estrés liberará hormonas que te harán ganar peso.
2. Procura contactar con madres en tu misma situación. Si fuiste a un grupo de preparación al parto y mantienes el contacto con algunas de las asistentes, es muy posible que ellas estén en la misma situación que tú y con intereses similares. Si te juntas con ellas será más sencillo sacar motivación.
3. Intentar tener ciclos de sueño lo más regulares posibles. Aunque dar de comer al bebé hace que dormir 7 u 8 horas seguidas sea inviable, debes intentar lograr plazos de sueño lo más estables posibles.
4. Lleva a cabo ejercicio físico moderado. Siempre con supervisión médica y según cómo hayan ido el embarazo y el parto, ve incorporando a tus rutinas algo de actividad deportiva.
5. La lactancia materna ayuda a que tu organismo se normalice antes. El organismo de la mujer cambia de nuevo tras el parto y para ello produce una serie de hormonas que preparan al cuerpo de la mujer para producir leche.
Interrumpir la lactancia provocará una alteración hormonal. A día de hoy ya tenemos muchos más conocimientos acerca de la importancia del equilibrio hormonal en las oscilaciones de peso de nuestro cuerpo, en sus cambios morfológicos y en la aceleración o deceleración del metabolismo. Alterar el funcionamiento hormonal provoca que sea mucho más difícil prevenir cómo nuestro cuerpo va a reaccionar, lo que dificulta, entre muchas otras cuestiones, esculpir nuestra figura.
6. Continúa cuidando tu alimentación. Seguro que ya lo hiciste durante el embarazo. Apuesta por lo natural, evita las bebidas azucaradas y las grasas hidrogenadas y prueba nuevos sabores. Por ejemplo, hay multitud de combinaciones de zumos más allá de los habituales. Atrévete a probar cosas nuevas y sorprende a tu paladar.
7. Cuida tu figura desde el mismo embarazo. Lo mejor que puedes hacer para recuperar esa figura que quieres, es ser previsora. También durante el embarazo puedes cuidarte realizando ejercicios especialmente indicados para tu estado. Por ejemplo, la natación para embarazadas permite la adaptación de la intensidad del ejercicio a la evolución del embarazo. Así será más fácil volver a ponerte en forma tras el parto.
Con la planificación adecuada y un esfuerzo bien dirigido y eficaz, podrás sentirte mejor contigo misma y te costará menos recuperar el cuerpo que tenías unos meses antes.
Editora: María José Madarnás.
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