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Muchas veces nuestro matrimonio o nuestra relación en pareja, no van bien y no sabemos muy bien porque es. Estos pueden ser algunos de los motivos más habituales:
Desaparece la confianza: Esto puede ser debido a las mentiras entre la pareja y la infidelidad, que es sin duda una dolorosa causa de ruptura. Si somos capaces de perdonarla, tal vez podamos recuperar la relación.
Rutina: con el paso de los años la convivencia tiende a adquirir costumbres y se hace algo monótonas, esto ocurre sin darnos cuenta, por eso debemos incluir hábitos y costumbres que realizábamos antes del matrimonio o de la relación en común que se salgan un poco de lo corriente, aunque nos parezcan pequeñas locuras. Una de estas cositas que podemos hacer es programar un viaje inesperado, salir una noche a cenar sin previo aviso, preparar una noche romántica, etc.
Falta de amor: se dice que con los años, se va el amor y queda el cariño, y eso precisamente es lo que hay cuidar, con pequeños detalles como son, palabras cariñosas y mimos, así, se puede evitar este obstáculo.
Falta de sexo: Tras varios años de relaciones se puede caer en el hastío y el aburrimiento sexual, llevando con ello la no practica del mismo. Si nos sucede esto, tenemos que hacer un esfuerzo para introducir esa chispa de pasión que nos está faltando, en muchos casos, hay que abrirse mentalmente y deshacernos de los perjuicios.
Problemas económicos: Suele ser muy habitual en los momentos que estamos viviendo, debido a la crisis. La solución es muy clara, debemos plantearnos, si estamos con nuestra pareja por el amor que le tenemos o por el dinero que nos proporciona.
Problemas con los hijos: Suele suceder en familias numerosas, o con hijos conflictivos. En estos casos es mejor unirse para afrontar los problemas y buscar soluciones, que echar en cara quien tiene la culpa de que esto suceda.
Violencia familiar: si existe el maltrato tanto físico como psíquico, no hay vuelta atrás, lo primero denunciar al atacante, y poner el caso en disposición de profesionales. Y no dar lugar a ningún tipo de reconciliación.
Falta de respeto: El respeto es imprescindible en la pareja. Siempre hay que respetarla y tenerla en consideración, si esto no funciona, tu relación en pareja tiene poco futuro.
Cambio de personalidad: siempre estamos en un constante cambio y evolución. A veces este cambio es mucho más acusado en una de las partes conyugales y la relación se ve afectada. Hay que adaptarse y hacer un esfuerzo por comprender las inquietudes o gustos de la pareja.
Falta de comunicación: Lo primero que hay que entender aquí, es que hombres y mujeres no son iguales a algunos niveles y esto hace que surja una mala comunicación. Las mujeres son más dadas a contar sus problemas y sin embargo los hombres no, esto dará lugar a que nos ataquemos entre nosotros, dejarnos de hablar ante los conflictos, falta de respeto, etc. Otro motivo muy común en la falta de comunicación, son las ocupaciones laborales de la pareja, dejan de compartir y comunicarse y llega un desinterés mutuo por compartir.
Desigualdad de poder: si uno de los dos tiene más poder en la toma de decisiones, es probable que no funcione la relación en pareja, ya que no existe equilibrio y aparece la inestabilidad.
Baja auto-estima: inseguridad y falta de confianza, si uno de los dos se siente poco valorado, puede volverse posesivo y dependiente.
Celos: los celos excesivos pueden causar abusos e incluso violencia.
Excesivo control: controlar a todas horas al otro, hace que la relación se vuelva auto-destructiva o débil.
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En sección Pareja por Revistamujer.es
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