Consejos para pacientes.
La inyección debe hacerse en el tejido graso que está inmediatamente por debajo de la piel (tejido subcutáneo). La inyección intramuscular puede dar lugar a la aparición de hipoglucemias.
Realizar un pliegue con los dedos pulgar, índice y corazón, para asegurar que la inyección es subcutánea. Una vez inyectada la insulina, suelta el pliegue y espera 10 segundos antes de retirar la aguja para evitar rebosamiento de la insulina.
En los glúteos la inyección es segura sin realizar el pliegue.
Usa agujas adecuadas a tu complexión, generalmente entre 6-8 milímetros. Tu médico te indicará cuál es la más adecuada en tu caso.
Lávate siempre las manos y mantén una buena higiene de la piel donde has de inyectar la insulina con agua y jabón. Realiza un movimiento circular desde el centro del lugar de inyección hacia fuera. El lugar de punción debe de estar seco antes de inyectarte.
Haz la inyección colocando la aguja perpendicular a la piel (90 grados).
Haz rotación de las zonas de inyección para evitar hipertrofias, que consiste en problemas en la zona subcutánea. Cada inyección en una misma zona debe de estar separada un mínimo de 2 a tres centímetros.
Cambia siempre que sean posibles las agujas y revisa periódicamente la piel.
Evita inyectarte en zonas de la piel que estén quemadas, enrojecidas, cicatrizadas, inflamadas o hinchadas por inyecciones previas.
Desecha el material utilizado. Debes disponer de un contenedor en casa para agujas y una vez lleno llevarlo a tu centro de salud u hospital de referencia.
En sección Salud - Alimentación por Revistamujer.es