La piel de nuestro cuerpo, con el paso de los años, pierde hidratación, elasticidad y suavidad, por esto es importante añadir a nuestra rutina diaria cremas reafirmantes.
Sus beneficios son muchos. Uno de los más destacados, es que restablece la película protectora de la dermis. Sin embargo, el más conocido es el de alisar, reforzar y tonificar la piel.
Otros beneficios son la regeneración de tejidos que han perdido la firmeza.
Podemos encontrar distintos tipos de cremas:
- Colágeno: indicadas para la tonicidad y la flexibilidad de la piel.
- Ácido láctico y frutas: mejoran la elasticidad y firmeza, remueve la capa superficial de la piel, atenúa manchas ocasionadas por el envejecimiento o por el sol y suavizan los pliegues.
- Elastina: resistencia frente al sol y nos darán flexibilidad.
Recomendamos aplicarlas siempre después de la ducha ya que la humedad favorecerá la penetración en nuestra piel.
También dependiendo de la zona que queramos reafirmar, hay distintos tratamientos, por ello lo primero que tendrás que decidir a la hora de adquirir estas cremas, es el área a tratar.
- Brazos: es la parte del cuerpo que más cuesta disimular. Una buena iniciativa para que mejore esta zona es hacer ejercicio físico con pesas. Después aplicaremos una crema específica para este fin con masajes ascendentes desde el codo hasta la axila. Obtendremos resultados siendo constantes y pasadas unas semanas.
- Vientre: la temida flacidez en la tripa nos preocupa a más de uno y más si eres mujer y madre. Aquí eligiéremos reafirmantes en crema o aceites. Las más efectivas son las que contienen granada y rosa mosqueta. Lo aplicaremos poniendo la crema en la palma de la mano y lo extenderemos con masajes circulares alrededor del ombligo. Después para activar la circulación de la sangre nos daremos pequeños pellizcos con las yemas de los dedos.
- Piernas: aquí es donde mayormente se localiza la flacidez, sobre todo en las rodillas y la parte interna del muslo. Para conseguir buenos resultados, a parte de la crema, es importante una buena exfoliación con agua fría. Para aplicar la crema, lo haremos siempre con masajes ascendentes desde la rodilla hasta la ingle y en las zonas internas lo completaremos con palmoteos.
Todas estas cremas que encontramos en el mercado, no son milagrosas y para que podamos ver resultados satisfactorios, tenemos que tener una alimentación equilibrada, baja en grasas y ricas en verduras y frutas. Beber agua y sobre todo hacer ejercicio físico por lo menos tres veces por semana.
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