Kinga Wittenbeck & Dr Joanna Michalina Jurek
La relación entre las mujeres y la comida es, en muchas ocasiones, más compleja de lo que parece. La alimentación no solo responde a nuestras necesidades físicas, sino que a menudo está profundamente conectada con nuestras emociones. En momentos de estrés, tristeza, soledad o incluso alegría, recurrimos a la comida como una forma de consuelo o celebración. Este fenómeno, conocido como alimentación emocional, puede tener un impacto significativo en nuestra salud física y mental.
La alimentación emocional se refiere al acto de comer no por hambre física, sino para regular emociones difíciles o incómodas. Mientras que una celebración puntual con comida puede ser parte de una experiencia saludable, cuando se convierte en un mecanismo recurrente para lidiar con el estrés o las emociones negativas, puede llevar a hábitos poco saludables, como el sobrepeso, trastornos alimenticios o problemas de autoestima.
Factores que influyen en la alimentación emocional en las mujeres
La alimentación emocional no solo afecta el peso corporal o la relación con la comida; también puede influir en la salud mental y emocional. Comer de manera impulsiva puede generar sentimientos de culpa o vergüenza, lo que perpetúa un ciclo de insatisfacción y hábitos poco saludables. Por otro lado, aprender a gestionar esta relación puede mejorar el bienestar general y ofrecer herramientas para enfrentar el estrés y las emociones difíciles de manera más efectiva.
Consejos prácticos para gestionar la alimentación emocional
En los últimos años, la psicodietética ha ganado relevancia como disciplina que une la nutrición y la psicología para abordar problemas relacionados con la alimentación. Trabajar con un psicodietista puede ayudarte a identificar los desencadenantes emocionales y desarrollar estrategias personalizadas para mejorar tu relación con la comida.
Además, la psicodietética promueve un enfoque integral, que incluye no solo hábitos alimenticios, sino también el trabajo en la autoestima, la gestión del estrés y la conexión mente-cuerpo.
Entender y abordar la alimentación emocional no es solo una cuestión de fuerza de voluntad. Es necesario adoptar un enfoque integral que incluya aspectos emocionales, físicos y sociales. Las mujeres merecen cuidar de su salud de manera compasiva, reconociendo que las emociones son parte de la vida y que existen maneras saludables de gestionarlas.
Si este tema te interesa, te invito a profundizar más en libro Psicodietética para todos: una guía para una relación saludable con la comida, donde comparto, junto con mi amiga dra. Joanna Jurek, estrategias prácticas, reflexiones y casos reales que pueden ayudarte a construir una relación equilibrada con la alimentación. Mi objetivo es acompañarte en este proceso, proporcionándote herramientas útiles y un enfoque basado en la comprensión y el respeto hacia ti misma.
¡Transformar tu relación con la comida es posible!`>
Artículo enviado por: Dra. Joanna Michalina Jurek
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